sábado, 23 de enero de 2010

Diario

En el equipo de los martes, perdimos contra los primeros. Bueno, o eso se comentó en el vestuario: que nuestros rivales lideraban la clasificación. En cierto sentido, fue una derrota digna. La evolución del marcador, 1-0, 1-4 y 3-4 antes de encajar el 3-5 final, indica que les creamos ciertos problemas a los líderes. Pero mis compañeros, al final del partido, estaban demasiado satisfechos para mi gusto. No somos capaces de mantener la posesión del balón. Somos imprecisos en el pase y lentos en los controles. No jugamos sin balón para ofrecer buenos pases a nuestros compañeros. Cuando nos acercamos a un solo gol de los rivales, fue porque éstos se confiaron tras el 1-4, descuidaron toda precaución defensiva y arriesgaron absurdamente algunos pases desde su defensa.

En todo caso, hubo más dignidad en esa derrota que en el empate del lunes. Casi me alegro de que este próximo lunes sea jornada de descanso para mi equipo.

martes, 19 de enero de 2010

Otro consejo

Esto no se le puede imponer a nadie para permitirle jugar en tu equipo, pero desde luego es importante: toda la gestión de incidencias se simplifica notablemente si tus jugadores están frecuentemente conectados a Internet. De ser así, hazte una lista de correo que te permita distribuir mensajes fácil y rápidamente. Bueno, lista de correo, grupo de Google o lo que sea... ¡Cualquier cosa que te evite tener que ir tirando de móvil cada dos por tres!

Diario

Ayer, equipo de los lunes, empate a tres contra un equipo no muy bueno. Conclusión: nosotros tampoco somos muy buenos.

Para hoy a las 22:30, equipo de los martes, todavía no tenemos portero. Conclusión: habrá que tirar de móvil.

Así es la vida.

Actualización a las 13:36: ¡Ya tenemos portero! Conseguido al segundo intento.

lunes, 18 de enero de 2010

Consejos para organizar un equipo

Como comenté el viernes pasado, en alguna ocasión me ha tocado hacerme cargo de un equipo. Escarmentado por lo que había visto que solía pasar en muchos de aquellos en los que había participado sólo como jugador (gente que desaparece a mitad de temporada; otros a los que hay que perseguir para que vayan pagando los partidos; los que, según cómo les venga en gana, acuden al partido o no lo hacen...), decidí imponer claramente desde el principio unas normas de funcionamiento básico innegociables: o las aceptas o no te apuntes a mi equipo, gracias. Me han ido razonablemente bien un par de temporadas, aunque en ésta, en un equipo distinto, la cosa está yendo... ¿se puede decir "como el culo" en un blog? De todas formas, el problema ha estado en no saber imponerme personalmente, no en las reglas en sí. Por si le sirven a alguien, allá van:
  1. Busca 10 personas que tengan sentido del compromiso y acepten acudir a todos los partidos de la temporada (bueno, yo buscaba a 9, que el décimo ya era yo). Serán los fijos.
  2. Cada uno de los fijos ha de comprometerse a abonar, antes del inicio de la competición, un 10% del total de gastos previstos: inscripción, fianza, partidos, balones, equipajes (si procede) y un pequeño margen para imprevistos.
  3. Tú has de comprometerte a cerrar cuentas al final de la temporada y devolver equitativamente entre los fijos el saldo remanente (típicamente, fianza más margen no consumido).
  4. Deja claro cuál será la política de pago de sanciones (tarjetas). Por ejemplo: cada cual paga las sanciones que comete. O bien: la primera tarjeta amarilla de cada jugador sale del fondo común para imprevistos y, por lo que respecta a las demás, el que la hace la paga. Lo que sea, que quede claro desde el principio.
  5. Busca unas cuantas personas más (los sustitutos) a las que les guste jugar y suelan tener bastante disponibilidad pero que, por lo que sea, no puedan o no quieran comprometerse a ser parte de los fijos. Entre ellas, uno o dos porteros. Pídeles permiso para distribuir sus teléfonos entre los fijos.
  6. Antes de comenzar la competición, o en la primera jornada, distribuye a todos tus compañeros fijos dos cosas: el calendario completo del equipo en la competición y los teléfonos de los sustitutos. Si no os conocéis todos, indica en el listado de sustitutos la posición habitual de cada uno (portero, defensa o ataque).
  7. Cuando un fijo, por causas de fuerza mayor, no pueda acudir a alguno de los partidos, no tiene que llamarte a ti: tiene que buscar quien le reemplace, empezando por la lista de sustitutos.
  8. Los sustitutos que vayan a jugar a un partido te están haciendo un favor: por tanto, no se les debería cobrar nada... ¡Ya lo han pagado lo fijos!
Obviamente, este sistema admite variantes. Quizá tres cambios te parezcan demasiados cambios para un partido. Pues ya sabes: sed sólo 9 fijos y reparte entre 9 los gastos previstos. De todas formas, hay una solución intermedia entre 9 y 10:
  • Los fijos son 10.
  • Cuando un fijo no vaya a poder acudir a un partido, primero te avisa a ti.
  • Para cada partido, el primero que te avisa (y sólo el primero) queda exento de buscarse sustituto: en ese partido, sólo habrá dos cambios.
Finalmente, el fracaso de mi gestión esta temporada es lo que me lleva a añadir una regla adicional, importantísima:
De ninguna manera se te ocurra hacerte cargo de la organización de un equipo si éste va a conservar un núcleo de jugadores de la temporada anterior, con sus propias inercias, y tu anterior posición en el equipo, desde un punto de vista "social", era marginal más que de liderazgo.
Os podéis hacer una idea de mis problemas esta temporada, ¿no? Pues eso...

viernes, 15 de enero de 2010

Sí que estamos mayores...

Recuerdo que siempre me ha gustado el fútbol. Y, obviamente, nunca he llegado a ser lo suficientemente bueno como para obtener dinero de ese deporte, aunque sí bastante satisfacción personal. Disfrutaba, y eso estaba muy bien.

Con el paso de los años, para poder jugar con regularidad, acabé apuntándome en varios equipos de fútbol-7, en ligas que se disputan por la noche un día fijo de la semana (ahora estoy en dos ligas: una que se juega los lunes y una que se juega los martes). Y la cosa seguía siendo gratificante, pero pasó de "no gano dinero" a "me cuesta dinero".

Ahora andamos ya por los 42 años, cualquier chavalín con empuje te quita la pelota antes de que un compañero te ofrezca la oportunidad de darle un pase razonable, aguantar la posesión se complica y salir por velocidad o regateando se ha convertido en una utopía. Además, últimamente he pasado por la experiencia de no sólo "pagar y jugar", sino también hacerme cargo de algún equipo (gestionar fichas, recoger dinero, tratar con los organizadores de las ligas, preocuparme personalmente de que siempre acudamos al menos siete jugadores a cada partido...) y sufrir la informalidad de algunos de mis compañeros, aquellos para los que la palabra "compromiso" carece de significado... o significa "si me apetece, ya iré". En resumen, la situación actual es "me cuesta dinero y disgustos".

En fin, que ya estamos muy mayores para según qué cosas y no sé si la temporada que viene seguiré jugando. De momento, estreno este blog para desfogarme un poco, para ver si patalear en público (es un decir) me sirve de terapia.

De las lesiones musculares, hoy, ni hablamos.